La demanda nunca ha sido tan grande como desde el estallido de la pandemia. Como sugiere la traducción al alemán del nombre de la Inmobiliaria , Aldeas abandonadas, no solo se ofrecen edificios individuales, palacios, castillos, mansiones, villas, bodegas y negocios , sino también pueblos y aldeas enteras. Prensa

Además, Albendiego Guadalajara , puede esperar otro atractivo: un grupo en torno a un empresario de la comarca acaba de comprar un molino centenario en el río Bornova, que seguía en funcionamiento hasta la muerte del molinero hace dos años. Se debe preservar la “arquitectura negra” del edificio de piedra de pizarra oscura, típica de la zona, dice Gallego. Los nuevos propietarios querían desarrollar un proyecto de turismo rural en la propiedad con un camping, caminatas guiadas y talleres sobre todos los aspectos de la protección del medio ambiente.
El comprador encontró a Elvira Fafián. La inmobiliaria lleva 14 años al frente de su agencia “Aldeas Abandonadas” en Barcelona. La demanda nunca ha sido tan grande como desde el estallido de la pandemia. Como sugiere la traducción al alemán del nombre de la agencia, pueblos abandonados, no solo se ofrecen edificios individuales, sino pueblos enteros. Llirt en los Pirineos, justo antes de la frontera con Andorra, es uno de ellos. Debe tener paciencia y un vehículo todoterreno para el recorrido. Fafián advierte que los últimos tres kilómetros solo transcurrirán por carreteras sin asfaltar. El pueblo, o más bien lo que queda de él desde que los últimos vecinos lo abandonaron a finales de los años 50, se adhiere a la pendiente como un pequeño grupo de nidos de pájaros a una altitud de 900 metros. Ruinas de cinco casas y la iglesia de Sant Jaume, del cual solo queda el ábside. Además de algunos campos y prados donde una vez creció el trigo, las gallinas picotearon y los cerdos se revolcaron. Aquí nunca había luz ni agua corriente, sino 300 horas de sol al año y vistas a la Sierra del Cadí. 43,86 hectáreas por 749.000 euros. Base de negociación.
Mario J. Gallego, el alcalde de la Alianza Rural por una Guadalajara abierta (ARGA), aparece con camiseta y pantalón holgado como si acabara de caerse de la cama. El hecho de que Gallego haya traído el festival de circo Myau a Albendiego todos los años desde 2013 y con él visitantes de toda la región también contribuyó a su popularidad y al triunfo electoral de 2019. “Un circo sin animales”, enfatiza.
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18 de septiembre 2021, prensa , Alemania Frantfurter Allgemeine. Además, Albendiego Guadalajara , puede esperar otro atractivo: un grupo en torno a un empresario de la comarca acaba de comprar un molino centenario en el río Bornova, que seguía en funcionamiento hasta la muerte del molinero hace dos años. Se debe preservar la “arquitectura negra” del edificio de piedra de pizarra oscura, típica de la zona, dice Gallego. Los nuevos propietarios querían desarrollar un proyecto de turismo rural en la propiedad con un camping, caminatas guiadas y talleres sobre todos los aspectos de la protección del medio ambiente.
El comprador encontró a Elvira Fafián. La inmobiliaria lleva 14 años al frente de su agencia “Aldeas Abandonadas” en Barcelona. La demanda nunca ha sido tan grande como desde el estallido de la pandemia. Como sugiere la traducción al alemán del nombre de la agencia, pueblos abandonados, no solo se ofrecen edificios individuales, sino pueblos enteros. Llirt en los Pirineos, justo antes de la frontera con Andorra, es uno de ellos. Debe tener paciencia y un vehículo todoterreno para el recorrido. Fafián advierte que los últimos tres kilómetros solo transcurrirán por carreteras sin asfaltar. El pueblo, o más bien lo que queda de él desde que los últimos vecinos lo abandonaron a finales de los años 50, se adhiere a la pendiente como un pequeño grupo de nidos de pájaros a una altitud de 900 metros. Ruinas de cinco casas y la iglesia de Sant Jaume, del cual solo queda el ábside. Además de algunos campos y prados donde una vez creció el trigo, las gallinas picotearon y los cerdos se revolcaron. Aquí nunca había luz ni agua corriente, sino 300 horas de sol al año y vistas a la Sierra del Cadí. 43,86 hectáreas por 749.000 euros. Base de negociación.
Mario J. Gallego, el alcalde de la Alianza Rural por una Guadalajara abierta (ARGA), aparece con camiseta y pantalón holgado como si acabara de caerse de la cama. El hecho de que Gallego haya traído el festival de circo Myau a Albendiego todos los años desde 2013 y con él visitantes de toda la región también contribuyó a su popularidad y al triunfo electoral de 2019. “Un circo sin animales”, enfatiza. Foto pixabay