A la hora de reflexionar sobre los desplazamientos que se podrían estar haciendo desde las grandes urbes a las segundas residencias, a nuestros pueblos, aldeas .. Prensa Diario16
Por Eduardo Folgado, Diario 16
A la hora de reflexionar sobre los desplazamientos que se podrían estar haciendo desde las grandes urbes a las segundas residencias, a nuestros pueblos, tenemos que valorar o tener en consideración lo que la gente de los pueblos tenemos y no vamos a renunciar a ello.
Cuando vienen nuestros familiares de otras provincias a vernos, nos dicen una cosa que nosotros por rutina la olvidamos, ¡Qué rico estaba! … ; aplíquese a cualquier cosa, a los tomates que tiene sabor, a la carne, a la verdura, a nuestros garbanzos de Fuentesaúco, a nuestro queso, … , y no solo sabroso, sino que también hay otra pregunta asociada ¿Cuánto ha costado? Y ante la respuesta del precio sus respuestas siempre serán “Qué bien vivís / coméis en los pueblos”, “vaya precios más baratos”, …
Ahora, que todos estamos confinados, desde los pueblos nos preguntamos ¿Para qué queremos las grandes ciudades? Para comer no, desde luego, porque quizás muchos hemos descubierto que es mejor no ir a un restaurante de comida rápida, de esos que abundan en las grandes ciudades, sino acercarse a la Carnicería y preparártelo tu.
A la hora de reflexionar sobre los desplazamientos que se podrían estar haciendo desde las grandes urbes a las segundas residencias, a nuestros pueblos, tenemos que valorar o tener en consideración lo que la gente de los pueblos tenemos y no vamos a renunciar a ello.
Cuando vienen nuestros familiares de otras provincias a vernos, nos dicen una cosa que nosotros por rutina la olvidamos, ¡Qué rico estaba! … ; aplíquese a cualquier cosa, a los tomates que tiene sabor, a la carne, a la verdura, a nuestros garbanzos de Fuentesaúco, a nuestro queso, … , y no solo sabroso, sino que también hay otra pregunta asociada ¿Cuánto ha costado? Y ante la respuesta del precio sus respuestas siempre serán “Qué bien vivís / coméis en los pueblos”, “vaya precios más baratos”, …
Ahora, que todos estamos confinados, desde los pueblos nos preguntamos ¿Para qué queremos las grandes ciudades? Para comer no, desde luego, porque quizás muchos hemos descubierto que es mejor no ir a un restaurante de comida rápida, de esos que abundan en las grandes ciudades, sino acercarse a la Carnicería y preparártelo tu. Seguir leyendo
